“Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;
mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.”
Es una época en que las personas creen no faltarle nada; pero también es el tiempo donde más necesidades hay.
mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.”
Es una época en que las personas creen no faltarle nada; pero también es el tiempo donde más necesidades hay.
Estamos en nuestra casa y nos provoca un plato especial, solo es pedirlo al restaurante más cercano y en cuestión de minutos esta en nuestra mesa, queremos escuchar música y tenemos para escoger entre un millón de artistas, las últimas películas, están al alcance de nuestra mano, deportes, vinos exquisitos, transporte, tecnología, fragancias; conocimiento de cualquier tema, quince minutos de investigación en el internet y ya está satisfecha nuestra curiosidad; podríamos decir, que no nos falta nada para ser felices. Pero, la realidad dice, que aunque tenemos todo, somos infelices, no nos satisface nada; cada día, hay más drogadictos, más pornografía, más suicidio, más desesperanza, angustia, dolor y vacio en el corazón.
Hay necesidad de afecto, de reconocimiento, de estima; los padres desean que sus hijos les amen, sin tener que pagarles por ello; los cónyuges, desean que su pareja les sea sincera en todo el sentido de la palabra; los jóvenes, desean encontrar un norte y un sentido a sus vidas y la sociedad en general desea mejorar, pero no puede; no son suficientes las formulas gubernamentales, no son suficientes los conocimientos y las teorías; no basta con repartir dinero en los hospitales y las guarderías.
La solución a ésta grande situación, empieza por aceptar, que el corazón del hombre necesita de Dios, que nuestra alma, nuestro ser interior, tiene hambre y sed de Dios, por que el ser humano fue creado para que honrara y glorificara el nombre de su creador.
Hay religiones, que ofrecen una imitación barata, de lo que es, un encuentro con Dios y eso hace que muchos necesitados, desconfíen y piensen, que darle un lugar a Dios en el corazón también es perder el tiempo; pero Jesucristo dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”(Mateo 11:28)
Ser feliz, no es una meta, ser feliz es un estado, que se alcanza, cuando le damos el control de nuestra vida al creador de ella, El sabe que queremos y de que tenemos necesidad.
La decisión es individual, si cada ser humano, acepta al Señor Jesucristo, como el Señor de su vida, y empieza a vivir de acuerdo a sus normas; será una persona nueva y transformada que llenara de luz su vida y la de quienes le rodean, y ellos también querrán vivir esa vida plena y segura, que en abundancia o escasez; siempre esta confiada y tranquila porque Dios está en el.
"Encomienda al Señor tu camino, confía en Él que Él actuará, hará resplandecer tu justicia como la luz y tu derecho como el mediodía" (Salmo 37:5,6).
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